He visto por segunda ocasión la película: Avengers Endgame. Esto por recomendación de Jorge Caballero y su gran clase que impartió el sábado pasado en taller sobre cine que ofrece You Rocket, página dirigida por Jesús Chavarría.
Los Avengers representan a un solo país, Estados Unidos. El que sea un fenómeno millonario a nivel mundial solo significa una cosa. Estados Unidos ha conquistado al mundo y esa verdad es más real que cuando se contaba en la década de los 90´s. Ese punto será tema de otra post.
Los Vengadores decidieron actuar como lo que son. Héroes bobalicones con poco cerebro. Thanos en la primera película (Infiniti War) decide mandar a la verga al 50 por ciento de la población del planeta tierra. Así sin más, A LA VERGA.
El motivo según Thanos, es que los humanos no han sabido aprovechar el planeta echándolo a perder. Palabras más palabras menos, así que decide chasquear los dedos y listo.
En Endgame Los Vengadores quieren a toda costa regresar a todos los desaparecidos. No les importa que sean seres despreciables. La cosmovisión en la que se desarrolla el mundo de Los Vengadores nos da a entender que para ese nivel de héroes, es por que se tiene ese nivel de villanos. Eso lo entendió Thanos y decidió arreglarlo.
Thanos no busca el poder ya que después de hacer su trabajo decide convertirse en un campesino y estar tranquilo. No hay que olvidar que decidió también destruir las gemas, algo que casi le cuesta la vida.
En la tradición cristiana, que es la común en nuestro país, Cristo dio su vida por la de los humanos. Su padre mandó el diluvio universal y después mandó a su hijo para redimir los pecados de los hombres. El sacrificio de la cruz sirvió de poco pero por fortuna no hubo héroes imbéciles en querer reconstruir el pasado… ¿o sí?
Suena La Palabra 