Carmen Reviriego sugiere invertir en arte

Lourdes Zambrano.-Hablar de negocios, precios y comisiones suele provocar reacciones entre los coleccionistas, galeristas y dealers. Carmen Reviriego dice que el chiste es hacerlo con respeto, para disipar los temores.

Y así lo hizo en su libroEl laberinto del arte, editado por Phaidos, en donde habla de todos los temas clave para quien piensa iniciar una colección o simplemente saber cómo funciona este mercado.

La presidenta de Wealth Advisory Services, firma dedicada a la asesoría de inversiones no financieras, dedica varios capítulos al mercado latinoamericano y al mexicano, que recientemente estuvo muy activo por ferias de arte como Zona Maco.

La asesora española señala en el libro que las casas de subastas de Latinoamérica subieron un 20 por ciento sus ventas en 2012 y que actualmente la mitad de las ventas de arte se realizan a través de ese canal.

No existen estadísticas sobre México, en parte porque no existe la costumbre de publicar anualmente reportes sobre el comportamiento del mercado nacional.

«Ése es un trabajo que aún debe hacer ese mercado», dijo.

Aún así, afirma que la efervescencia mexicana es tangible desde hace varios años, en parte por las ferias de arte que se organizan y también por el crecimiento de las colecciones privadas.

Sin embargo, advierte que algunas regulaciones fiscales recientes o la ley antilavado podrían ir en contra de ese dinamismo, dado que ahora se obliga a registrar y exhibir la información de los compradores, además de limitar el uso de efectivo.

«Para que el mercado del arte se desarrolle hay que trabajar en tres frentes: el primero es la educación, el segundo son los impuestos, y el tercero, es que los grandes patrimonios inviertan en arte.

«Ocurre mucho en México que las grandes fortunas invierten mucho en bolsa y en activos inmobiliarios, cuando en Estados Unidos y en Europa, las grandes fortunas invierten cada vez más en arte. Hay una estimación que ya alcanzó el 17 por ciento de las inversiones», afirmó.

Lo que reconoce de los coleccionistas latinoamericanos, incluidos los mexicanos, es su sentido social, al abrir programas de becas para financiar artistas, entre otros proyectos.

Aunque es obligación de todos los actores involucrados ser limpios, no utilizar dinero sucio, Reviriego consideró que los gobiernos también deben dar incentivos, sobre todo fiscales.

«El arte debe tener impuestos más ventajosos», planteó.

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